Aunque pueden reciclarse un gran número de metales, hay algunos que no entran en esa categoría. Por ejemplo, aquellos contenedores que han servido para almacenar productos tóxicos no podrán reutilizarse. Ese tipo de envases deberá depositarse en un punto limpio. Sin embargo, siempre que estén limpios, materiales como el hierro, el acero o el cobre sí pueden reciclarse.

Estos son los materiales que se pueden reciclar:

  • Hierro: es el metal duro más usado. Se encuentra en puertas, herramientas, tornillos, martillos o adornos.
  • Acero: está muy presente en nuestra vida cotidiana, en electrodomésticos o piezas de coche. Elementos como la cubertería, sartenes, herramientas, equipos mecánicos, maquinaria, tuberías o clavos son de este material.
  • Aluminio: es un metal muy utilizado por su versatilidad, que lo hace muy presente en el día a día. Platos, papel de aluminio, latas, contenedores, ventanas o utensilios contienen aluminio.
  • Cobre: es un elemento clave para el mundo eléctrico por su conductibilidad y flexibilidad. Muchos cables, cacerolas, ollas o tuberías están hechos de este metal.
  • Bronce: la aleación de cobre y estaño se utilizó en épocas antiguas como un metal precioso, para hacer joyas y decoración. Actualmente se conservan muchas de esas obras, además de estatuas, que demuestran su durabilidad.
  • Latón: esta mezcla de cobre y zinc tiene un color dorado que hace que uno de sus usos principales sea la bisutería, algo que está presente en todos los hogares.
  • Plomo: el plomo se ha empleado históricamente para muchos fines porque se funde con facilidad. Actualmente se encuentra, sobre todo, en baterías.
Otros como el oro o la plata también pueden reciclarse, y además venderse por tener un valor más alto, pero se requiere más energía para completar el proceso de reciclado.